jueves, 3 de marzo de 2016

Los problemas de salud del ISSSTESON


Edgar Piña O.

El reciente conflicto laboral del Centro Médico “Dr. Ignacio Chávez” del ISSSTESON, más allá de los detalles del mismo en cuanto a los argumentos de las dos partes, trabajadores e instituto, ofrece una excelente oportunidad de hacer algunas consideraciones sobre este hospital y clínicas de los trabajadores al servicio del gobierno estatal, municipio de Hermosillo y centros educativos del estado de Sonora.
Según el sitio web de este instituto www.isssteson.gob.mx las instalaciones y servicios del centro de salud son excelentes y con tecnología de punta. Según la mayoría de los derechohabientes su oferta es deficiente, inoportuna, complicada y de baja calidad.
Para alguien con un mínimo de información y sentido crítico, sin embargo, los servicios que ofrece la institución no sólo son malos y deficientes, sino una aberración en el sentido de error grave del entendimiento. Pensar que un paciente en busca de recuperar la salud o recibir tratamiento a un padecimiento o enfermedad, lo va encontrar en las instalaciones del hospital Chávez, es sencillamente un error grave de apreciación.
Para nadie es un secreto lo inadecuado de sus instalaciones. Si bien el servicio de consultas externas puede resultar aceptable y hasta excelente en el caso de la CIES sur (Centro Integral de Atención a la Salud), no se puede decir lo mismo de las consultas de especialistas y de los servicios de hospitalización e intervenciones quirúrgicas del Chávez. Como ejemplo visite usted el área de urgencias del hospital. En una superficie de escasos 6 metros cuadrados se atiborran hasta 40 personas y la situación no es diferente en las clínicas de consulta general. Excepcionalmente, se escuchan comentarios de derechohabientes satisfechos de estos servicios pero lo más frecuente son las quejas, lamentos y comentarios sobre deficiencias, maltratos y negligencias médicas, de enfermería y personal administrativo.
El Centro Médico “Dr. Ignacio Chávez” fue construido por allá en 1977, cuando la población de Hermosillo era de alrededor de 341 000 habitantes y desde entonces no han faltado remodelaciones y mejoras, pero siempre en el mismo espacio y sobre la misma estructura arquitectónica. En el 2016 Hermosillo tiene más del doble de la población de finales de los setentas y el hospital Chávez es el mismo y aunque estamos comparando magnitudes no directamente relacionadas como la población total del municipio y los pacientes del ISSSTESON, la verdad es que la población derechohabiente seguramente se ha más que duplicado en menos de 40 años, teniendo como consecuencia lógica que los espacios e instalaciones están completamente rebasadas por la demanda de los derechohabientes.
Más allá de si las personas despedidas fueron reclutadas con fines políticos, más allá de si son un exceso o no del factor humano, lo que queda claro es que los trabajadores del estado merecen un hospital digno, eficiente, moderno, funcional, cómodo y por supuesto bien localizado en algún lugar que ofrezca menos conflictos de tráfico y estacionamiento.
Lo triste del asunto, es que parece que el tema no está a discusión, lo lamentable es que parece ser que no existe un diagnóstico adecuado del problema de salud que tiene el centro médico y lo inaceptable es que eso sí quincena tras quincena los trabajadores aportamos una buena cantidad para “infraestructura hospitalaria” que debe de sumar millones al final del año…pero no existen recursos para construir un centro de prevención y cuidado de la salud a la altura de las exigencias de los derechohabientes.

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