Por
Edgar Piña Ortiz
En honrosa visita de
acreditados académicos de la capital de Sonora, este martes 21 de febrero de
2017, la Universidad Estatal de Sonora se prendió en reflexiones en torno a las
expectativas económicas y políticas comerciales de México ante postura de la
actual administración federal de Estados Unidos.
Ante un auditorio abarrotado
de profesores, estudiantes, investigadores y administrativos, los doctores
Germán Palafox Moyers de la Universidad de Sonora y Luis Huesca Reynoso del
Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y el maestro en
ciencias Héctor Segura Ramos, también de la Universidad de Sonora, plantearon
los términos de un juego de opiniones y precisaron y clarificaron sus propias posturas
y visiones, en un estimulante ambiente
de interés y participación.
Producto del esfuerzo y
dedicación de la maestra Francia Marina Hernández Ojeda, a cargo de la carrera
de Licenciado en Comercio Internacional de UES, plantel Hermosillo, y de las
doctoras Erika Olivas Valdés y Roxana Palomino Cano y de todo el directorio del
programa educativo, fue una mesa de análisis sobre el tema referido, que en
otras palabras se puede expresar algo así como qué esperar con la llegada a la
Casa Blanca de Washington, D.C., de un equipo de ultra conservadores que
defienden el proteccionismo, el aislacionismo y la vuelta a un pasado que,
entre otras cosas no tan remotas, está la intervención armada del país del Destino
Manifiesto y la Doctrina Monroe, en cualquier otra nación que se oponga a la
consigna de hacer “America Great Again”.
De entrada Germán Palafox se
preguntó si la teoría de la integración hasta donde ha venido evolucionando es
capaz de explicar lo que está pasando en términos de política comercial del
vecino país y tomando en cuenta otras políticas como la migratoria y las de
seguridad nacional. Sus consideraciones lo llevan a concluir que al ser el
principal problema lo que los mexicanos hagamos o dejemos de hacer y no lo que
los vecinos decidan hacer, la mejor solución es renovar el aparato político y
burocrático, ya que es el que, se entiende, es incapaz de tomar decisiones
trascendentes que combatan la dependencia y el rezago productivo y de bienestar
de la población. En sus palabras “hay con barrer con la corrupción y la
impunidad”.
Luis Huesca, en una
excelente presentación gráfica, expuso la condición reciente y de años
anteriores de la balanza comercial de México, según la cual el déficit es persistente
y su composición se caracteriza por la
exportación de mercancías ensambladas en territorio nacional (automotriz,
aeroespacial y electrónica, principalmente) y la importación de bienes
intermedios (las piezas introducidas para ensamble) y alimentos básicos como
maíz, frijol y soya, entre otros muchos, sin olvidar la aberrante importación
de combustibles y petroquímicos que nuestro país tiene que hacer, aun cuando
dispone de los hidrocarburos en volúmenes suficientes para satisfacer nuestras
necesidades.
En su examen, el doctor
Huesca, demuestra que el déficit en balanza de pagos se compensa parcialmente
con la inversión extranjera directa y remesas de los mexicanos trabajando para la
agricultura y los servicios en el país gabacho. Nos llama la atención que es el
único de los expositores que plantea una política económica de desarrollo
endógeno, es decir, una que privilegie la industrialización interna y la
dinamización del mercado interno, mediante una política salarial que mejore las
condiciones del consumo de las mayorías mexicanas, tanto los que trabajan en la
economía formal como las que lo hacen en la informalidad o los mercados negros.
El maestro Segura Ramos, por
su parte, puntualizó que el Tratado de Libre Comercio, ha convertido al país en
un enorme campo maquilador en el que predomina una elevada proporción de la
población en niveles de pobreza indignantes. Por esta y otras razones que
destacó en su exposición, su propuesta
de solución es que México cuente con un “proyecto alternativo” de crecimiento y
desarrollo, que contemple políticas tendientes a disminuir la pobreza, la
inequidad y la inseguridad. Segura Ramos, estableció que la ausencia de una
política industrial es uno de los factores predominantes en la situación de
dependencia de la economía mexicana de nuestros socios del norte. Por ello
mismo, dijo, urge que el país disponga de una política industrial que aminore
la sujeción de México a las veleidades del comercio internacional.
Algunos otros aspectos
fueron tratados por los académicos y el auditorio participante, como las
amenazas de imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas, las
políticas fiscales internas en Estados Unidos, la construcción del muro y la
emigración de docenas de miles de trabajadores hacia el país del norte. Sin
embargo, interesa resaltar que debido a razones de duración limitada del
evento, los expositores sólo lograron mencionar las soluciones que ellos
consideran apropiadas, como son la desparasitación del aparato político, el
impulso al desarrollo endógeno y el diseño de un modelo alternativo de nación.
Para próximos eventos (que
esperamos se hagan), quedaron temas como la participación ciudadana en los
asuntos de la política y la economía del país, la reactivación de la treintena
de tratados y acuerdos comerciales de México con el resto del mundo, la
búsqueda de la voluntad política de sacar al país de la dependencia y la
marginación y por supuesto otros, que aunque no fueron puestos sobre la mesa de
análisis, necesariamente tendrán que emerger en su momento, como lo son el
aprovechamiento de las ventajas comparativas que tiene el estado de Sonora, de
acuerdo a su disponibilidad de recursos naturales, humanos y financieros y a su
localización continental y en la Cuenca del Pacífico.
Sí, sí hay temor por la
llegada de un equipo de “negociantes” y
halcones a la Casa Blanca, en la capital federal del país vecino, pero
también hay optimismo si los mexicanos sabemos sacar sin prejuicios, ataduras y
mitos nocivos, lo mejor de nuestros potenciales en recursos naturales y mano de
obra e inteligencia humana. Queda claro, después de todo, que la llegada de un
bravucón peligroso al gobierno de nuestro principal socio comercial e
industrial, ha tenido el efecto inesperado de ponernos a los mexicanos en la
mesa de debates para buscar los caminos que lleven a nuestra economía a los
niveles de prosperidad que todos, consciente o inconscientemente, anhelamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario