En un par de ocasiones previas, he externado mis
puntos de vista sobre el funcionamiento del organismo encargado de los
servicios de salud, atención médica y fondos de retiro, de los trabajadores al
servicio del gobierno del Estado de Sonora.
Hoy faltando unos días para que la actual
administración estatal, representada por la gobernadora Claudia Pavlovich
Arellano, entregue cuentas y activos que estuvieron a su disposición por un
sexenio, asomarse al ISSSTESON es reforzar el convencimiento de que las enfermedades
del Instituto han avanzado y resulta casi milagroso que continúe operando.
Le cuento que hay una nueva
regla que ha inventado la burocracia de farmacias ISSSTESON. La misma
burocracia que recibe depósitos en su nómina financiada con nuestras
aportaciones, inventa cada vez más dificultades para que los derechohabientes
accedan a las prestaciones previamente pagadas. La política, la regla, el
procedimiento consiste en que mientras un medicamento esté disponible en
cualquiera de los puntos de la red de farmacias oficiales del ISSSTESON, no te pueden dar el vale de
subrogación para la farmacia que está
ahí al lado del Hospital Chávez.
Cuando el derechohabiente, el cliente, el sostenedor forzado de un organismo emparasitado y parasitario, no muestra voluntad y capacidad de reacción ante el incumplimiento en sus funciones del organismo obligado a ello, tiene como consecuencia que funcionarios y empleados, a cualquier nivel en que se encuentren, van a aumentar los obstáculos y dificultades para que los que tenemos el derecho a una prestación, optemos por pagar el servicio o el medicamento en otro lado con tal de no enfrentar malas caras y malos tratos en una ventanilla que siempre tiene la misma respuesta: no hay, no hay, no hay.
No dispongo de una conclusión medianamente sustentada sobre esta problemática que afecta a miles de trabajadores y sus familias, pero en lo que sí tengo una fatal seguridad, es que más pérdidas de ingreso real y prestaciones se están gestando en estos momentos, en detrimento de los trabajadores.
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