viernes, 22 de septiembre de 2023

El Derecho a la Corrupciòn

 


 

 

 

 El Derecho a la Corrupción

Por Edgar Piña O.

 


 

El escritor británico Leslie P. Hartley, en su novela, “Facial Justice“, publicada en 1960 y disponible online, extrapolando a partir de los movimientos que vivió en la Gran Britania, posterior a la Segunda Guerra Mundial, empieza señalando que tras la Tercera Guerra Mundial, si la del primer tercio del siglo XXI,  "la Justicia ha hecho grandes progresos", sin duda.

La Última Gran Guerra Mundial dejó al mundo en ruinas, pero ahora ha surgido de las cenizas una nueva sociedad, gobernada por un dictador invisible que cree que un sistema de estricta igualdad es la mejor manera de evitar futuros conflictos. Demasiada belleza, inteligencia, personalidad o talento está muy mal vista. Aquellos que entran en conflicto con el dictador son castigados, a veces con la muerte y otras con un destino más misterioso y terrible: ser "vaciados".

Se ha conseguido la justicia económica, la justicia social, la justicia espiritual y otras formas de justicia, y se han creado, reconocido y aceptados derechos como en ninguna etapa de la humanidad del planeta Tierra. Pero, nunca falta un pero, todavía había áreas de la vida por conquistar. En particular, la justicia facial aún no se ha alcanzado.

¡Hum..! ¿Cómo está eso?

Se trata de que las chicas guapas han tenido una ventaja injusta sobre las poco atractivas o feas. Por lo tanto, bajo la dirección del Ministerio de Igualdad Facial, y con el visto bueno del Invisible de Palacio, todas las chicas alfa guapas) y todas las chicas gamma (feas) son forzadas a someterse a operaciones en el "Centro de Igualación Facial" con el fin de que todas tengan caras como las de las betas, las normales y corrientes.

​Jael 97 es una chica Alfa, cuya belleza la convierte en un objetivo para el Ministerio de Justicia Facial, donde se espera que se someta a que le modifiquen la cara para convertirla en una cara Beta sencilla y estandarizada. Pero el espíritu rebelde de Jael se niega a someterse a las exigencias del dictador. En lugar de eso, se rebela contra su tiranía y decide cazarlo. . .

Le debo a mi único lector, that’s me, el desenlace de la distópica trama de Facial Justice, con la intención de motivar su búsqueda en Amazon Books o en cualquier otra fuente, y averiguar el desenlace. Mientras tanto viene al caso, para algunos políticos por ahí, que anhelan tener un discurso, un proyecto, una idea genial para lograr, conservar y acrecentar el ánimo de los votantes y apoyadores.Esto les puede servir.

¡Hum..!, otra vez hum, ¿Qué tal un movimiento, un partido, una campaña electoral bajo la bandera del Derecho a la Corrupción? 

El derecho ciudadano a ser corrupto. Cuando las circunstancias de vida coloquen al individuo en desventaja de inteligencia, preparación o capacidad de trabajo, tendrá derecho a ser corrupto, tranza, bandido, asaltante, traficante, diputado o senador plurinominal y hasta presidente de la República. 

¡Ah! y si eres rico, poderoso, exitoso y "simpático" como Salinas Pliego o misterioso como Larrea, también tienes derecho a la corrupción, siempre y cuando se trate de sostener los empleos y servir al país con generosidad. You know....

 Ahí dejo la idea, pero si a alguien le interesa la podemos convertir en estrategia de campaña. ¿A poco no?

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario