MITOCLASTA
jueves, 16 de mayo de 2024
MITOCLASTA: Porqué Facebook funciona y la democracia no Por Je...
miércoles, 20 de diciembre de 2023
Colegio de Economistas de Sonora, A.C.
Competitividad y sustentabilidad de los sectores productivos de Sonora y el
potencial de su posición estratégica continental.
Dr. Edgar Piña Ortiz
Introducción
Esta ponencia consiste en argumentar en favor de una
reconversión productiva de los sectores económicos de Sonora. Una reestructuración,
racionalización se debe decir, de los sectores primario, secundario y
terciario.
La racionalización que se propone consiste en aprovechar
las ventajas absolutas y relativas del territorio y construir las ventajas
competitivas que le permitan a la población, a las empresas, los mercados y los
gobiernos, elevar los indicadores del desarrollo y el nivel de vida.[1]
Una reconversión de la agricultura sonorense, apunta
hacia las especies del desierto o bajas consumidoras de agua y a la producción
en ambientes controlados.
En la ganadería vacuna de Sonora, reestructuración
significa respetar estrictamente los índices de agostadero para permitir la
conservación de pastos y vegetación. Intensificar el rancho, significaría
practicar corrales de engorda y sacrificar, empacar y procesar en centros
locales, para surtir expendios regionales y de ciudades de la república, todo
esto bajo esquemas de asociación productiva con otros ganaderos establecidos en
zonas determinadas del territorio sonorense.
Racionalización de la pesca, significa ajustar a la baja
los volúmenes de extracción, si es que existe alguna forma de control de este
aspecto. Hacer más estricta y efectiva la vigilancia a vedas y al respeto de
tallas o de áreas de pesca restringida (si es que las hay).
En la acuacultura corregir los diseños de captación,
manejo y distribución de aguas marinas o salobres, de forma tal que se
recuperen o rehabiliten los ecosistemas originales de ese tipo de paisajes, con
el objetivo de conservar y enriquecer la actualmente depredada fauna costera y
marítima.
En la minería, asegurar el eficaz tratamiento de desechos
propios de la actividad y cuidar con seriedad los entornos naturales que tengan
que ser afectados. Otro paso gigantesco que podría dar la minería sonorense es
hacia la metalurgia, ya no digamos la masiva como la industria de los conductores
eléctricos base cobre, sino también la más especializada de la wollastonita,
molibdeno, grafitos y litio.
Una ventaja absoluta de Sonora es su contigüidad al
enorme mercado norteamericano y al océano que cubre la Cuenca del Pacífico. Una
ventaja relativa seria, frente a otros estados del país, sus más de 1000
kilómetros de línea costera que en estos momentos lucen más bien deshabitados y
sin infraestructura.
Y en cuanto a las ventajas competitivas, están ahí
esperando a ser diseñadas y construidas, en base a sectores primarios
competitivos y sustentables, una industria de transformación propia que se
integre paulatinamente a las líneas de producción globales, aprendiendo de las
empresas extranjeras ya establecidas en el territorio sonorense.
Antecedentes[2]
Prácticamente desde la primera mitad del siglo pasado, el
estado de Sonora adquirió una fama agrícola, ganadera y pesquera cimentada en
los grandes volúmenes de producción primaria, que, al impulso de una Revolución
nacionalista, estatista y proteccionista, surgían de los valles en procesos de
colonización productiva y apoyados por portentosas obras de irrigación y
políticas de apoyo financiero expansivas y flexibles.
La agricultura sonorense, se caracteriza por dedicar
porcentajes superiores al 90 % de la tierra y el agua (y el sol), al cultivo de
un cereal para el cual no se reúnen las condiciones de humedad y bajas
temperaturas, cuando el mercado internacional de los trigos ofrece variedades
blandas a mitad de precio del nacional, en lugares próximos como El Paso o
Laredo.
La ventaja absoluta del medio oeste norteamericano y las
enormes praderas cultivadas en Alberta, Saskatchewan y Manitoba, está basada en
el clima de sus veranos intensos, de lluvia y sol alternados en el mismo día y
vientos frescos en la efímera noche veraniega.
A la ventaja absoluta de la naturaleza, se agrega la
competitividad lograda en el “modelo farmer”. Una breve familia, cultiva miles
de acres, utilizando sus propias tierras, su propia maquinaria, su propio
capital y por supuesto el propio y directo trabajo en todas las labores de la
agricultura desde la siembra hasta la entrega en centro de acopio o de
procesamiento industrial.
La infraestructura de almacenamiento, conservación y
transporte, es otro factor de competitividad en esta enorme zona agrícola de Norteamérica.
Mientras que en Estados Unidos el gran Mississippi y otros 6 ríos navegables le
bajan los costos al transporte de productos agrícolas, en Canadá predomina una
poderosa red ferroviaria integrada con otra no menos poderosa red caminera y
carretera (Fig.1).
Mapa1.
Fuente: The Geopolitics of the Unites States, Part 1, The
inevitable empire, Stratfor Global Intelligence, August 24, 2011, Austin,
Texas.
En el mapa
1, se observa la enorme extensión agrícola surcada por media docena de ríos
navegables, conectados a vías férreas y carreteras, que le dan competitividad a
la agricultura norteamericana.
Regresando la mirada a los valles de la costa de Sonora,
lo primero que se observa es la minúscula proporción de la tierra cultivable,
en un contexto mundial y cuya producción local no alcanza a cubrir la demanda
de trigos panificables que consume la región (Mapa 2).
Mapa 2
Fuente: The Geopolitics of the Unites States, Part 1, The
inevitable empire, Stratfor Global Intelligence, August 24, 2011, Austin,
Texas.
Como cultivo de invierno y bajo el probable efecto del calentamiento
global, los trigos que se siembran en los soleados valles de Sonora no alcanzan
las bajas temperaturas para el desarrollo de la espiga. Además, la cada vez más
notoria ausencia de lluvias de invierno, acentúa la necesidad de riegos con
agua rodada proveniente de las presas, bajo un concepto de insumo sin costo
real por contabilizar, ya que los costos de oportunidad del elemento escaso en
el desierto son altísimos.
Con bajos niveles de ocupación la agricultura extensiva
en los valles de Sonora, además del agua, utiliza importantes cantidades de
insumos agrícolas como fertilizantes, defoliantes, fungicidas e insecticidas,
cuyos remanentes no absorbidos por las plantas, van a dar, mediante la red de
drenes agrícolas, a esteros y bahías con consecuencias mortales para especies
de flora y fauna costera y marina.
Mientras la agricultura de las costas de Sonora no
controle las descargas de aguas residuales y les de tratamiento apropiado antes
de verterlas a la naturaleza, el concepto de la sustentabilidad estará 100%
ausente del sector primario en el territorio.
GANADERÎA
La ganadería, salvo muy honrosas y ejemplares
excepciones, es una actividad primaria enfocada preponderantemente a la
producción de becerros y presente solo parcialmente en los puntos de venta de
Sonora, ya que se estima que de cada 10 kilos que se consumen de carnes vacunas
en Sonora, 8 son extraídos de cajas con sellos comerciales de Texas, Alberta o
de otros centros de producción de cortes.
La constante presión sobre el agostadero que ejerce la
ganadería sonorense influye en su deterioro y agotamiento provocando bajas en
la productividad y la generación de círculos viciosos de sobrexplotación de
pastos y forrajes con baja persistente en los ingresos, lo que impide su
conservación y mejoramiento hacia la sustentabilidad.
PESCA Y ACUACULTURA
Desde épocas pasadas el tipo de actividad pesquera que se
efectúa en las costas y mares de Sonora, se ha caracterizado por su sentido
decididamente extractivo y muchas veces con interpretación flexible de vedas y
tallas de las especies bajo extracción.
El creciente
número de pescadores, cooperativistas, intermediarios, acaparadores y
armadores, sobre un recurso natural finito y vulnerable a la contaminación y a las
prácticas abusivas de extracción, como lo es el mar, ha exacerbado el agotamiento
paulatino de especies y no parece ser un tema a discusión en los círculos de
comerciantes, empresarios y dependencias de gobierno con injerencia en el
sector pesquero.
La industria acuícola asentada en las costas de Sonora,
si bien ha aliviado la presión sobre los volúmenes de extracción de especies
como el camarón, el ostión y otras variedades, también genera impactos
negativos en los ecosistemas costeros al modificar los movimientos de aguas
salinas en esteros y marismas.
Estas alteraciones del medio, afectan los ciclos
biológicos de peces, crustáceos y mariscos, cuyos hábitos reproductivos están
directamente relacionados con la existencia de flujos inter mareas y al
modificarse la topografía, vegetación y volúmenes de aguas, se impacta
negativamente la producción costera.
MINERIA
La fama minera del territorio sonorense, data desde los
inicios de la colonia española y en la época actual el estado aparece en el
mapa mundial de minerales industriales y estratégicos. Sin embargo, su
aportación al PIBE es mínima y se refiere casi exclusivamente a la producción
de minerales en bruto sin ninguna o muy poca transformación que agregue valor
al recurso natural.
INDUSTRIA
El sector manufacturero de Sonora, se caracteriza por la
existencia de segmentos bien identificados de la industria alimentaria y de la
transformación, en condiciones de desarrollo a escalas más bien locales.
En las estadísticas del producto interno generado por
este sector se incluyen los números generados por la industria maquiladora, con
lo cual resulta difícil evaluar el comportamiento del sector manufacturero.
Existen investigaciones que indican que al incluir en las
cifras del comercio exterior de Sonora los montos de importaciones temporales y
exportaciones de la industria ensambladora, se adultera la cifra del PIBE
industrial, ya que en la realidad los valores de importaciones y exportaciones
son solamente contables.
Explicado de otra forma, solo existe evidencia documental
de que las cantidades en dólares que realmente ingresan al territorio nacional,
corresponden únicamente a los gastos de operación, mantenimiento y
administración, los cuales están muy alejados de las cifras totales de
importaciones y exportaciones que se reflejan en los informes oficiales.
TURISMO
La oferta
de servicios turísticos del estado de Sonora esta mayormente concentrada en
Puerto Peñasco y Guaymas-San Carlos y es precisamente en nuestras costas donde
se resienten las practicas no sustentables de las actividades productivas,
turísticas y recreativas.
Además del
pernicioso efecto de la pesca comercial extractiva en las costas y aguas
oceánicas de Sonora, sobresale la inexistencia de plantas tratadoras de aguas servidas,
lo que provoca que la intrusión de aguas contaminadas que dañan playas, bahías
y litorales, lo cual afecta el turismo y los niveles de producción de especies
comerciales.
La Ubicación: ventaja absoluta
Desde siempre se ha señalado la ubicación geográfica estratégica
de Sonora en el mapa continental y su contigüidad al suroeste de los Estados
Unidos con todo y sus vías de comunicación, con lo cual la facilidad de acceso
a los mercados de Norteamérica es una realidad presente y futura.
El potencial productivo del Golfo de California
representa una de las paradojas que urge eliminar, ya que la inexistencia de
puertos comerciales, de servicios e industriales, lo mismo que el desaprovechamiento
de la enorme posibilidad productiva de energías limpias, turismo recreativo,
ecológico y de navegación del Golfo, son factores que están presentes ante la
indiferencia de gobiernos, empresarios e inversionistas que podrían transformar
el potencial en realidad productiva.
Una mirada a las costas de Sonora, arroja un panorama
modesto si es que no pobre, en materia de infraestructura de todos tipos desde
Santa Clara hasta Agiabampo, pasando por Peñasco, Kino, Guaymas, Yavaros y
multitud de bahías y enseñadas que representan el multicitado potencial. Con la
modesta excepción de Guaymas, el resto de la costa de Sonora, sus playas,
bahías, puertos y ensenadas, lucen una total desolación.
El Golfo de California visto desde Google Earth, es una
inmensa alberca navegable prácticamente todos los días del año, con un potencial
extraordinario, como ya se dijo, de infraestructura, transporte, turismo,
comercio y servicios, a una distancia competitiva de otros puertos nacionales y
de la costa oeste de EEUU. Un apuntador laser, se movería entre Topolobampo y
Yavaros, como posible puerta de entrada de las flotas mercantes de la Cuenca
del Pacífico.
Como parte de estas reflexiones, se hizo una búsqueda de
información estadística relativa al comportamiento del PIBE Sonora y las
tendencias encontradas no son nada optimistas. Con información de 2003 a 2021
disponible en fuentes oficiales, se puede afirmar que el comportamiento ya
sistémico de la economía sonorense en las escalas cercanas al cero, debería de
encender focos amarillos y rojos, de los grupos de poder, gobierno, empresas,
inversionistas y académicos.
La competitividad en los mercados globales y el factor
sustentabilidad como condición de desarrollo, son paradigmas que se deben de
perseguir simultáneamente.
Además, es claro que las oportunidades que ofrecen las
políticas económicas del nearshoring, actualmente en proceso de evolución,
serán de la mejor manera aprovechables, si las instancias gubernamentales
orientan sus políticas públicas al aprovechamiento de las ventajas absolutas y
las relativas. En un contexto adecuado, los sectores productivos serán capaces
de construir las ventajas competitivas que posibiliten la consolidación
ventajosa de la economía sonorense, en las cadenas globales de producción.
La disyuntiva esta entre dejar que continúen las
tendencias y el ver qué pasa o diseñar las estrategias que orienten al
desarrollo equilibrado y sostenido. Los sectores empresariales de Sonora harían
bien en pensar en el significado de la palabra resiliencia productiva para el
siglo XXI.
Bibliografía Básica
Piña O.,
Edgar (2011) Exploración de la Competitividad y Sustentabilidad del Sector Agrícola
y Ganadero del Estado de Sonora. Foro Binacional Desarrollo Humano Transfronterizo
de la Región Sonora-Arizona, Nogales, Sonora 28 de septiembre 2011.
Stratfor
Global Intelligence (2011), The Geopolitics of the United States, Part 1, The
inevitable empire, Austin, Texas, August 24, 2011.
[1] En este ensayo se entiende por ventaja
absoluta a la capacidad de un productor, región o país, de producir un bien o
servicio con mayor calidad y/o a menor costo que los competidores. Por ventaja
relativa o comparativa, se entiende la misma capacidad de producir una
mercancía o servicio a un costo relativamente más bajo respecto de otros
competidores. Por su parte la ventaja competitiva, es aquella que se obtiene,
se construye, en los términos de Michael E. Porter y otros autores, mediante
estrategias que le den al productor una preminencia única y sostenible en el
tiempo, frente a competidores en el mismo mercado.
[2] “Interrogar al pasado y dialogar con él
puede encerrar lecciones, aclarar el presente, atenuar los riesgos del futuro”
Enrique Kraus, El pueblo soy yo (2023)
viernes, 22 de septiembre de 2023
El Derecho a la Corrupciòn
El Derecho a la Corrupción
Por Edgar Piña O.
El escritor británico Leslie P. Hartley, en su novela, “Facial Justice“, publicada en 1960 y disponible online, extrapolando a partir de los movimientos que vivió en la Gran Britania, posterior a la Segunda Guerra Mundial, empieza señalando que tras la Tercera Guerra Mundial, si la del primer tercio del siglo XXI, "la Justicia ha hecho grandes progresos", sin duda.
La Última Gran Guerra Mundial dejó al mundo en ruinas, pero ahora ha surgido de las cenizas una nueva sociedad, gobernada por un dictador invisible que cree que un sistema de estricta igualdad es la mejor manera de evitar futuros conflictos. Demasiada belleza, inteligencia, personalidad o talento está muy mal vista. Aquellos que entran en conflicto con el dictador son castigados, a veces con la muerte y otras con un destino más misterioso y terrible: ser "vaciados".
Se ha conseguido la justicia económica, la justicia social, la justicia espiritual y otras formas de justicia, y se han creado, reconocido y aceptados derechos como en ninguna etapa de la humanidad del planeta Tierra. Pero, nunca falta un pero, todavía había áreas de la vida por conquistar. En particular, la justicia facial aún no se ha alcanzado.
¡Hum..! ¿Cómo está eso?
Se trata de que las chicas guapas han tenido una ventaja injusta sobre las poco atractivas o feas. Por lo tanto, bajo la dirección del Ministerio de Igualdad Facial, y con el visto bueno del Invisible de Palacio, todas las chicas alfa guapas) y todas las chicas gamma (feas) son forzadas a someterse a operaciones en el "Centro de Igualación Facial" con el fin de que todas tengan caras como las de las betas, las normales y corrientes.
Jael 97 es una chica Alfa, cuya belleza la convierte en un objetivo para el Ministerio de Justicia Facial, donde se espera que se someta a que le modifiquen la cara para convertirla en una cara Beta sencilla y estandarizada. Pero el espíritu rebelde de Jael se niega a someterse a las exigencias del dictador. En lugar de eso, se rebela contra su tiranía y decide cazarlo. . .
Le debo a mi único lector, that’s
me, el desenlace de la distópica trama de Facial Justice, con la intención de
motivar su búsqueda en Amazon Books o en cualquier otra fuente, y averiguar el
desenlace. Mientras tanto viene al caso, para algunos políticos por ahí, que
anhelan tener un discurso, un proyecto, una idea genial para lograr, conservar
y acrecentar el ánimo de los votantes y apoyadores.Esto les puede servir.
¡Hum..!, otra vez hum, ¿Qué tal un movimiento, un partido, una campaña electoral bajo la bandera del Derecho a la Corrupción?
El derecho ciudadano a ser corrupto. Cuando las circunstancias de vida coloquen al individuo en desventaja de inteligencia, preparación o capacidad de trabajo, tendrá derecho a ser corrupto, tranza, bandido, asaltante, traficante, diputado o senador plurinominal y hasta presidente de la República.
¡Ah! y si eres rico, poderoso, exitoso y "simpático" como Salinas Pliego o misterioso como Larrea, también tienes derecho a la corrupción, siempre y cuando se trate de sostener los empleos y servir al país con generosidad. You know....
Ahí dejo la idea, pero si a alguien le interesa la podemos convertir en estrategia de campaña. ¿A poco no?
domingo, 4 de diciembre de 2022
El Espejo Humeante
Por
Edgar Piña Ortiz
“La
ceremonia en honor del dios Tezcatlipoca, entre los aztecas, era impresionante
dramática, cubierta con el sentimiento conmovedor con que vemos la supresión
deliberada de una vida.
Técpatl, El Cuchillo de Pedernal, había encontrado al fin la verdadera felicidad de representar al dios Tezcatlipoca, al ser seleccionado para el papel de El Joven Divino aquel año.
Al principio, la sola idea de que iba a ser sacrificado le causaba un terror como nunca lo sintió en la propia guerra, ni aun cuando fue capturado por los guerreros tenochcas, en la última batalla en la que participó. Pero con el paso de los días, cuando entendió el tratamiento de dios que toda la gente le daba, pensó que valía pagar con la vida todos aquellos homenajes y atenciones. De no ser fuerte y de buena figura, tal vez ya hubiera sido sacrificado, sin mayor decoro, en cualquiera de los múltiples sacrificios que los aztecas ofrecen a sus no pocos dioses en todas las épocas del año. Ahora que se le otorgaban los atributos del Dios Principal, estaba en libertad de cumplir los anhelos de su corazón y de dar rienda suelta a los impulsos de su juventud.
Estaba alojado en las espléndidas habitaciones del Palacio Imperial de Moctezuma I, Gran Tloatani o Señor de los aztecas, donde era tratado con el mismo respeto y reverencia, y servido con igual lujo y derroche como si se tratara del propio monarca. Estaba en condiciones de hacer lo que su voluntad dictara, no se le exigía nada, excepto escoger sus goces y pasatiempos de modo que fueran dignos del dios que representaba y que no estropeasen de modo alguno la belleza, perfección y fortaleza de su cuerpo, el cual iba a ser la ofrenda suprema al dios Espejo Humeante, al inicio de la temporada de lluvias.
Ya vestido y ataviado al nuevo modo, Técpatl, El Cuchillo de Pedernal, fue dejado sólo un buen rato, lo cual aprovechó para pensar en la dicha inmensa que seguro estaba habría de sentir en la compañía de cuatro jóvenes doncellas que también habían sido preparadas para unirse al seleccionado, precisamente el mes anterior a su sacrificio.
Aquella promesa, aquella expectación que la imaginación le ponía ante la percepción de sus sentidos y le entibiaba la sangre y la piel toda de su cuerpo, le hacía experimentar un extraño pero confortable vigor que se le manifestaba en el nacimiento de su virilidad; era como sentir en el centro de su ser un pozo que poco a poco se llenaba de energía vital.
Una como embriaguez le inundó el alma y un estremecimiento le recorrió el cuerpo. Había descubierto apenas en unos cuantos días una fuerte necesidad de compañía y ternura femeninas. Estaba ahora a punto de iniciar el encauzamiento de aquellos deseos, que le venían del instinto y que habían despertado en lo más hondo de su ser. Una fuerte sensación de alegría experimentó en su corazón al observar la radiante belleza de las muchachas que estaban frente a él. Unas gotas de humedad tibia se habían adelantado fuera de la cárcel de su cuerpo, al inhalar el delicioso aroma de aquellas cuatro flores humanas que la vida le obsequiaba, como último regalo a él, que pronto iba a morir.
Se sonrió y las miró una a una, mientras ellas le observaban ahora sí de cerca, después de haberlo visto tantas veces de lejos al frente del cortejo divino. Ellas se sabían destinadas a él y también sonrieron, sintiendo en sus adentros cada una distintas sensaciones que le provocaba su temperamento. Técpatl se aproximó y las beso en la boca, según indicaba el ritual, tocándoles las palmas de las manos y así pudo percatarse que el sacerdote que les había preparado y les había impuesto aquellos nombres, había tenido en cuanta sus maneras de ser y de reaccionar. Ellas encarnaban a las diosas de los cuatro elementos de la naturaleza: Huixtocihuatl tenía las manos húmedas y frías, era El Agua; Cihuacoátl, húmedas y calientes, era La Tierra; Xochiquetzatl, secas y calientes, representaba El Fuego y Xilonen, secas y frías, como El Aire.
Un oculto conocimiento afloró para decirle que su experiencia de amor debía de empezar por El Agua, para seguir con La Tierra y luego El Fuego para terminar por El Aire, pues así pensó que estaba constituido el orden ascendente de la felicidad. Así por eso, dio un beso a Huixtocihuatl, dos a Cihuacoátl, tres a Xochiquetzatl y cuatro a Xilonen, indicando con ello que serían sus compañeras la primera, la segunda, la tercera y la cuarta noche de cada uno de los cinco grupos del último mes azteca de su vida.
Huixtocihuatl, la bella adolescente que representaba a la diosa del Agua y del libertinaje, vino a su lecho aquella misma noche, Ella era alta, delgada y sinuosa, como el líquido. Sin decir “agua va”, sin esperar a que El Escogido tomara la iniciativa en el encuentro, en cuanto se vio a solas lo abrazó y se enlazó con él, enroscando su grácil cuerpo desnudo en torno al de aquel, como ávida serpiente sedienta de amor.
Pero Técpatl, no obstante la fascinación de la primera vez y del placer inmenso de sentirse devorado por el perfumado aliento de la diosa, sentía cierta desilusión. La explosión final de su entrega en el esbelto cuerpo de la doncella, no fue goce suficiente para compensarle de la sensación de siendo hombre, ser poseído. Sintiendo, disfrutando aún, de los abrazos húmedos y tenaces que lo ligaban y en medio de la posesión líquida de Huixtocihuatl, anhelaba recobrar la libertad.
Continuó la insaciable diosa joven el resto de aquella noche, disfrutando del manantial de Técpatl, hasta que a los primeros albores de la mañana vio éste con satisfacción que su compañera se levantaba y salía de la estancia con aquel andar sinuoso y como sin huesos. Estaba fatigado y con sueño. Se quedó dormido y soñó que se deslizaba por un infinito lago de dulzura, de paz y regocijo. Al medio día despertó y se bañó recordando haber nadado en las aguas límpidas del amor primero. Se vistió y se fue a reunir con su primera mujer y sus tres doncellas.
La comida fue servida con tanto lujo y ceremonia como la del Emperador mismo. Flores, frutas, finas mantas de color y oro, música y cantos, los manjares más preciados y un aromático acayetl, cigarro de tabaco, al final del banquete para El Joven Divino.
Mientras Huixtocíhuatl estaba silenciosa y ensimismada, tal vez disfrutando aún en sus adentros la recién pasada noche de amor, las tres doncellas estaban de humor alegre y hablantinas. Por la tarde fueron los cinco a dar un paseo por la laguna en una de las canoas imperiales, tallada y decorada en oro y cubierta con un toldo de algodón blanco y bordado de labor de plumas verdes y rojas. Al tiempo que el prisionero tlaxcalteca se imaginaba navegar con la diosa del Agua por la laguna de Tenochtitlan, las otras tres se afanaban por esparcir su perfume y su alegría en el espacio inmediato de El Escogido.
Después del paseo, el guerrero ofrecido a Tezcatlipoca se retiró para descansar y meditar y cuando llegó la hora del lecho, se presentó Cihuacoátl, la joven representación de la diosa de la Tierra. Ella era morena y de exuberantes redondeces, con mejillas sonrosadas y grandes ojos negros. Tenía los hombros anchos y potentes y las caderas vigorosas y amplias, que subían en una curva pronunciada hasta una cintura estrecha por atrás y a un vientre musculoso y palpitante por delante. Sus pechos redondos, firmes y grandes; los labios rojos y llenos. Su monte de venus estaba cubierto por una espesa mata de cabellos oscuros que escondían una profunda hendidura de fertilidad.
Cihuacoátl era poco hábil de movimientos y parecía desconcertada y sin saber qué hacer. Técpatl le había tumbado el huipil y ella se dejaba, demasiado tímida para expresar su deseo; demasiado discreta para evidenciar el estremecimiento que sentía en lo más hondo de su ser, al contacto agradable de las manos del guerrero. La diosa de la Tierra permitía ser acariciada, ser olida, recorrida repetidamente, exhalando un aliento dulce, húmedo y excitante que el joven aspiraba. La mujer dejaba manar de lo más profundo de su cuerpo un humor, una savia embriagadora que el dios Espejo Humeante aceptaba y paladeaba con un apetito propio de la más voraz de las divinidades aztecas.
Técpatl, El Cuchillo de Pedernal, penetraba una y otra vez, arando una fertilidad de amor, que provocaba el temblor telúrico, el orgasmo vital de la diosa Madre Tierra, y la inundaba con la simiente de la creación eterna. El dios se desbordaba y se fundía en el abrazo divino del amor y la multiplicación. La diosa Tierra, respondía con sus olorosos frutos de aliento cálido y manantial de vida, a la posesión del hombre por voluntad del dios Tezcatlipoca, la adoración principal en la teología azteca.
Tecpatl se durmió. Soñó que caminaba por una voluptuosidad de colinas, entre bosques floridos, arroyos cristalinos de dulzura y desafiantes montañas que se dejaban conquistar por la agilidad del joven. Al verla alejarse con lentitud y quizá con respeto, al llegar la mañana, sintió que se fuera y contempló con atención y ternura su andar, la acción rítmica y pesada de su espalda morena, bien esculpida en volúmenes redondos, que alzaban ya una cadera ya otra en potente alternancia.
Al quedarse solo El Cuchillo de Pedernal, contra lo que suponía después de una noche de pleno disfrute, se sintió ligero y descansado, con una sensación de satisfacción que le nacía en el oculto centro de su sensualidad recientemente utilizada. Se levantó temprano y pasó el día de buen humor entre las dos alegres y decidoras vírgenes y las otras dos muchachas ensimismadas, acariciando con alegría y cariño a todas ellas.
Al tocarle la brillante cabellera, El Joven Divino tuvo la impresión de que percibía no tanto la extraordinaria belleza de la doncella, sino una especie de vibración, un estremecimiento que le recorría el cuerpo, haciéndolo siempre vivo y tenso. Al tomar cierta distancia por un momento para apreciar su belleza, casi estuvo seguro de haber admirado en la mujer un algo como esfera de calor y luminosidad en torno a ella. Se apoderó de él entonces, un repentino y violento deseo y cuando la tuvo en sus brazos halló que tenía la piel tersa y ardiente, que sus miembros se estremecían como con fiebre y que su aliento era cálido y perfumado como los vientos del sur.
Al posar sus labios sobre aquella boca roja, se dio cuenta que ya no habría de buscar la posesión apresurada, que la unión ya era total aun sin penetrar a la joven y que la sensación era como si él se hubiera introducido a una esfera de fuerte y arropadora luz solar. No eran dos seres entrelazados en abrazo amoroso, sino que ahora ambos eran uno; un único ser ardiendo en un fuego común. ¿Buena respuesta? No, no era eso lo que sucedía, porque ya no era posible distinguir entre una persona y otra y su goce era una larga unión en que ambos se fundían y el uno se encontraba con el otro. ¡Oh, qué noche! ¡Aquello era lo que jamas había imaginado! ...y sin embargo estaba seguro de estarlo viviendo. Cuando Técpatl estuvo a punto para la entrega, buscó la mirada tibia de Xochiquetzatl y encontró una chispa de lumbre que lo envolvió. Ella era diosa del Fuego que lo consumía por voluntad divina y él era el dios Espejo Humeante, el volcán de amor que expulsaba lava candente que cubría por completo a la diosa Flor de Plumas Rojas.
En el largo instante de la recuperación después del clímax, al prisionero seleccionado se le reveló la idea de que aquello era la clase de vida, tras de la cual sólo la muerte podía tener sentido. En sus ratos de sueño, El Cuchillo de Pedernal, veía un gran volcán que exigía sacrificios de doncellas, vírgenes de cobre, como aquella joven que ahora era su mujer. El guerrero tlaxcalteca soñaba y pensaba en su próximo goce, sacrificio, unión, y se levantaba ávido de más felicidad, en conciencia plena de que al mirar, al tocar aquel hermoso cuerpo se llenaba de energía, lava, que estaba dispuesto a dejar salir sin contención.
Arribó la aurora sobre el lago de la Gran Tenochtitlan y la joven se fue corriendo y lanzando besos mientras él seguía en cama cansado y feliz, gozando todavía al sol de aquel amor. Durante todo ese día, el prisionero escogido mostró un humor más grave que de costumbre. Transcurrió el tiempo de paseo en la laguna, el cual se prolongó hasta el bosque de Chapultepequetl, con su alegre y encantadora Xilonen y las tres hembras ensimismadas en su reciente experiencia de amor. Cuando el sol se puso en la ribera poniente del lago, Técpatl experimentaba una secreta impaciencia que le roía el alma: ¿Qué puede darme Xilonen que las divinas diosas del Agua, la Tierra y el Fuego no me hayan ofrecido ya?
La cuarta noche, apenas apareciendo las estrellas, llegó Xilonen, la joven diosa de los Vientos, Madre del Maíz y los Elotes Tiernos. Ella era esbelta y grácil, no muy alta, y tenía el cabello sedoso y de tonalidades de oro obscuro. Poseía un cuerpo elegante y fino, perfecto en todas sus formas y tan delicadamente modelado que cada línea parecía recrearse en entregar su perfil a la siguiente, con las curvas más perfectas que Técpatl jamás imaginó existieran. Xilonen tenía los ojos transparentes y llenos de sonrisa y con ellos acariciaba con un mirar recto y profundo, lo cual él observó desde el principio. En torno a ella parecía soplar una brisa suave y envolvente que lo emocionaba y excitaba sus sentidos.
Aun con una gran luminosidad del día, una fresca lluvia empezó a caer sobre la Gran Tenochtitlan...
lunes, 18 de julio de 2022
Crónica del valle envenenado
Por Edgar Piña Ortiz
Por allá en
los lejanos años de mi infancia, como parte de un paseo a una playa del sur de
Sonora, viví una experiencia de esas que
el tiempo no logra borrar. Al final de la cosecha de algodón en un campo
agrícola en las inmediaciones de El
Baburo, municipio de Huatabampo, el agricultor invitó a la los pizcadores de la
blanca fibra, a un día de pesca en las playas y esteros cercanos a El Pozo
Dulce, al sur de El Siaric.
Alrededor de
40 paisanos –trabajadores de Guerrero y Oaxaca, principalmente-- encaramados en una batanga jalada por un
tractor, partimos felices de no trabajar ese día y más felices ante la
expectativa de comer pescado fresco, en un caluroso día de agosto en el Valle
del Mayo
El peculiar
transporte, era conducido por El Pipizque, un individuo menor a treinta años,
parlante fluido del idioma Mayo y cuyo aspecto mostraba sin lugar a dudas a un sujeto
estándar de la región, pero de un color de piel rojizo y un bigote ralo de
cabellos amarillos. El extrovertido y amistoso Pipizque, resultó también ser el
pescador titular del viaje y todavía no se terminaban de bajar de la batanga
los paisanos, cuando él ya estaba preparando una tarraya de respetables
dimensiones.
Serían
alrededor de las 10 de la mañana cuando el héroe de la película tiró su primer
lance, en una playa que a la luz intensa del verano sonorense, resplandecía
esplendorosa, mostrando enormes manchones de agua inquieta, efervescente,
burbujeante, al aletear de miles de peses seguramente disputándose los nutrientes
que el cambio de mareas solía arrastrar a las aguas costeras del Golfo de
California.
No fueron
muchos los lances que el tractorista-pescador de El Baburo, tuvo que hacer para
arrimar a la playa docenas y docenas de unas lizas enormes todavía moviéndose
desesperadamente al sentirse fuera de su ambiente. En una enorme fogata, los
invitados asamos las enormes y apetitosas lizas, las cuales eran tatemadas
enteras y al lograr el cocimiento apropiado eran abiertas para extraer lo no comestible y aderezar el
resto con sal, limón, salsa y las benditas tortillas.
La
abundancia de especies de mariscos, moluscos, peces, aves y mamíferos, era un dato conocido y tal
vez no apreciado en aquellos días, como lo demuestra la precariedad de las
colonias observables y capturables en la actualidad. Este 5 de Junio, Día Mundial del Medio Ambiente,
establecido por la Organización de las Naciones Unidas para fomentar el cuidado
del ambiente, me vino a la mente aquel paisaje virgen, prístino de la costa sur
de Sonora en la segunda mitad del siglo pasado.
Un recorrido
real o virtual, por las costas de
Sonora, nos muestra un paisaje substancialmente modificado. Donde antes había
esteros, lagunas, manglares, dunas y canales naturales, ahora hay caminos,
estanques, cercas, muros, construcciones acabadas y en proceso y por supuesto
la presencia humana, con deshechos, basura, ruidos y una ceguera total a los
daños que la naturaleza ha recibido, recibe y recibirá por muchos años.
Los ecosistemas
de la franja costera, que por décadas han recibido toneladas y toneladas de desechos
humanos, incluyendo aguas negras y agroquímicos de todo tipo con altos niveles
de toxicidad, en los recientes años han recibido el embate despiadado de
granjas acuícolas, las cuales, con estudios o sin estudios de impacto ambiental,
han modificado radicalmente los ecosistemas trayendo como consecuencia la
devastación del hábitat de las especies residentes y migratorias y en muchos
casos la extinción de flora y fauna terrestre y marítima.
A la
destrucción explícita que trajo la colonización agrícola de los valles de
Sonora, y toda su cauda de agresiones,
maltratos y aniquilamientos durante el pasado siglo, se agregó el ecocidio de
los deshechos y residuos de una agricultura extensiva, altamente demandante de
fertilizantes, pesticidas y de la escasa agua del desierto.
El
aferramiento de los agricultores y el gobierno que los apoya, a un modelo de
producción cerealera que se caracteriza
por su absoluta falta de competitividad
en los mercados nacionales y mundiales, resulta ser también francamente
depredador del recurso natural y necesariamente demandante de cuantioso
subsidios de origen fiscal, que finalmente benefician a un reducido sector de
los habitantes del estado.
La agricultura extensiva sonorense, herencia
intocable del siglo pasado, con su alrededor de 500 mil hectáreas de cultivo,
principalmente trigo, no tiene las ventajas comparativas ni competitivas, que
le permitan prosperar sin los llamados apoyos, subsidios constantes y sonantes,
frente a productores mundiales de primer mundo, que son naturalmente Estados
Unidos y Canadá.
Las
condiciones naturales ventajosas en las que se desarrolla la agricultura
cerealera de Norteamérica, -- el medio oeste estadounidense y la gran pradera
canadiense--, le permite a esa industria agrícola producir trigos de calidad a
costos realmente bajos, que posibilitan precios al 50% de los precios
nacionales y regionales. Esa es la razón
por la cual la agricultura cerealera de Sonora a un siglo de su implantación en
el desierto sonorense, está destinada a abandonarse para dar lugar a una
agricultura sustentable, basada en especies propias de zonas áridas, con climas
extremos y escases marcada de agua, complementada con cultivos en ambientes
controlados, donde la utilización del vital líquido no sea predatorio y el uso
de insecticidas, fertilizantes, fungicidas y herbicidas se reduzca al mínimo y
en forma vigilada.
Agricultura,
acuacultura, ganadería, urbanización y la pesca costera y de altura, están
teniendo un impacto catastrófico en el medio ambiente sonorense y no parece
haber presencia de grupos u organizaciones que levanten la mano y muevan un
dedo para detener el ecocidio.
Las formas
de vida microscópicas como bacterias, virus y hongos, son también parte de las
cadenas bióticas con las cuales convivimos
y compartimos el ambiente, al igual que las especies mayores de la flora
y de la fauna terrestre y marina. Las alteraciones que el hombre inflige a la
naturaleza tienen un costo que más temprano que tarde tenemos que pagar y ahí
estamos todos los sonorenses presentes y futuros, los actuales y los venideros.
Hagamos
algo.
miércoles, 9 de marzo de 2022
El IDOLO DE BARRO
Edgar Piña Ortiz
Ahí está a toda hora, en todo canal de TV, en cada
noticia de prensa, en todas las redes sociales y en todas las conversaciones de
la gente.
Su pelo blanco,
su piel color de barro, sus ojillos
vidriosos. Sus comisuras pronunciadas hacia abajo, como las de los muñecos de
ventrílocuo. Sus gestos y ademanes repetitivos y sus palabras pausadas, lentas,
cansinas.
¿Y sus mensajes?
Bueno, su mensaje, más bien, su propaganda repetida
hasta el hartazgo es muy simple: todo lo malo que sucede en el reino bananero,
es culpa de los adversarios, los contrarios, los conservadores, los enemigos.
Pero todo por servir se acaba. Tanto va el cántaro al
pozo que un día se quiebra. Si hay muchos, muchísimos muertos todos los días, colaterales
del negocio del narco, del tráfico de personas, de armas y de toneladas de
veneno, es culpa de los conservadores anteriores que estaban coludidos con las
mafias.
Si pega un ciclón en el sureste del país, es parte del
plan de los conservadores para crearle problemas a su gobierno y a la continuación
de la cuarta transformación.
Si se publica algo escandaloso de su familiares, sus colaboradores,
sus amigos, sus cómplices, no es para tanto dice el ídolo maquillado en ocre,
los anteriores robaban más y nadie decía nada.
Si cientos de mujeres son abusadas, violadas o
asesinadas no es culpa de las mafias y de las corporaciones militares,
policíacas y judiciales, sino de los que
perdieron sus privilegios y quieren crearle problemas al paraíso de la esperanza
y la pobreza generalizada.
Pero el elemental razonamiento, la maniquea visión de nosotros y ellos, la
excusa trivial, el pretexto enclenque, la distracción marrullera; el gesto
irónico, perverso, falsamente divertido, se están desgastando cada vez.
Las palabras de tanto usarse tienden a perder
significado y con el envejecimiento dejan de tener el efecto esperado. Por las
comisuras de su boca, al ídolo perverso se le escapa la malsana sustancia de
que está hecho.
En su cuerpo desvencijado se refleja el efecto del deterioro,
la erosión, el derretimiento de su estructura, producto de carecer de alimento
sano, de algo positivo, constructivo, creativo, redituable socialmente y emocionalmente reconfortante.
Los trucos recomendados, sugeridos e implementados por
sus protegidos caribeños, no le funcionan, son intrascendentes, huecos, inútiles y
topan con frecuencia con la carencia de recursos. Lógico, si tienen sofocada la
economía no puede haber flujo sostenido de impuestos que cubra los gastos billonarios
de las fuerzas armadas, los megaproyectos fallidos, los programas sociales
manejados con las garras de la corrupción, las estructuras burocráticas obesas
y crecientes, las huestes partidistas hambrientas y sedientas.
El disco está rayado, decíamos antes cuando el acetato
giraba sobre las mismas líneas y repetía hasta el cansancio las mismas letras.
El discurso está agotado y no alcanza a tapar la realidad que se interpone
entre la burbuja de palacio nacional y un país, una nación, una república que
está viviendo una de sus etapas más difíciles de su nada fácil historia.
El ídolo de barro se derrite.